Es normal que con el pasar de los años, los dientes empiecen a desgastarse lentamente. El desgaste dental se debe a que cada vez son menos los nutrientes que se generan para mantener sano el esmalte que cubre y protege la dentadura. Sin embargo, en muchos casos este desgaste de dientes se genera prematuramente, lo cual es preocupante, pero con la tecnología actual existe una solución para todos esos casos.
¿Qué es el desgaste dental?
El desgaste dental es uno de los principales problemas dentro de la salud bucodental, pues por diversas razones, el esmalte protector de los dientes se pierde. Como consecuencia, se abre paso a una gran cantidad de bacterias, y otros elementos que van deteriorando los dientes.
Además de esto, los malos hábitos de cuidado y limpieza de los dientes, hace que todos los dientes que tenemos se vayan debilitando hasta llegar a posibles quebramientos, o deterioro de la materia solida de los dientes. Esto ocasiona el desgaste en los dientes, así como huecos o caries que pueden ser muy peligrosas.
A qué se debe el desgaste de los dientes
Son varias las causas que con el pasar de los años, van debilitando la dentadura hasta llegar a problemas que pueden ser muy complejos. Por lo general, la causa del desgaste de dientes siempre va a afectar primero el esmalte que cubre los dientes (que se encuentra compuesto por Hidroxiapatita, y tiene de 2 a 3 mm de grosor).
De manera que, las causas del desgaste dental se pueden resumir en tres principales problemas: la abrasión, la fricción y la atrición. De ellos se derivan una gran variedad de malos hábitos, que terminan en dicho desgaste, e incluso la pérdida total de las piezas dentales. Sobre cada uno de estos problemas, te hablaremos con mayor detalle a continuación:
La abrasión
Se trata de la pérdida progresiva de la superficie o esmalte dental, generado por el consumo muy frecuente de productos ácidos (tal como las bebidas carbonatadas, zumos de frutas cítricas, entre otros). Este problema también se da en personas que sufren de problemas gastrointestinales como el reflujo, pues en general cualquier ácido deteriora el esmalte dental.
Este tipo de desgaste de dientes afecta a todas las piezas dentales y muelas que tenemos, ya que debido a su posición es habitual que son las que más tiempo pasan en contacto con estos ácidos ingeridos y las que suelen tener más problemas para llevar una higiene adecuada.
La fricción
Esta suele producirse por no saber cómo lavarse los dientes de manera correcta. Cuando las cerdas del cepillo dental son muy rígidas o el cepillado se hace con mucha fuerza, causa una fricción excesiva que debilita el esmalte y por ende produce un desgaste de los dientes. Es la causa más habitual cuando hablamos de desgaste de los dientes delanteros.
Por último, existe otro mal hábito de fricción y es el uso de los palillos para limpiarse los dientes luego de comer. Estos palillos friccionan los dientes y retiran la capa superficial del esmalte dental, por lo que los dientes quedan desprotegidos por un tiempo.
La atrición
Con este fenómeno se produce el desgaste dental a causa del rechinamiento de los dientes. El bruxismo es la causa principal de este problema, pero también entran en esta categoría los malos hábitos de masticación y los movimientos excesivos de la mandíbula, entre otros.
Síntomas del desgaste de dientes
Hay 3 síntomas del desgaste dental que son muy evidentes y que el paciente por sí solo puede notar. En caso de que se posea uno o más de ellos, lo ideal es acudir a una clínica dental para corregir el problema, y evitar la pérdida total de su salud dental. Siendo estos tres síntomas, los siguientes:
- Tonalidad: Los dientes tienen una tonalidad natural, que no es ni muy blanca, ni muy amarilla. Cuando los dientes tienen una tonalidad mucho más amarilla de lo normal, significa que cada vez hay menos esmalte sano que proteja a los dientes.
- Características físicas del diente: Si el paciente tiene dientes con fisuras o partes que son más transparentes, es porque evidentemente esas piezas están desgastadas, y deben ser reparadas. De lo contrario, se podría llegar a producir una fractura total del diente.
- Sensibilidad: Esta es quizá la razón principal por la que acuden las personas con desgaste dental al dentista. Un esmalte débil no puede proteger a los dientes del frio o el calor de los alimentos, lo cual genera sensibilidad, pudiendo ser esta leve, o moderada. De hecho, el desgaste de los dientes es una de las principales causas de la sensibilidad dental.
¿Cómo saber cuál es mi causa de desgaste dental?
Existen dos formas de conocer la causa de los desgastes de dientes. La primera, es que la persona evalúe todos sus hábitos de cuidado dental, y se dé cuenta de los errores que está cometiendo que debilitan el esmalte de sus dientes.
Otra forma es acudiendo a un dentista que cuente con medios especializados para evaluar la gravedad y la causa de la situación. Ambas formas son sumamente importantes, y siempre debes ser tú quien reconozca los malos hábitos, y los corrija inmediatamente.
Tratamientos para el desgaste de dientes
Afortunadamente, existen varios tratamientos que pueden ayudar a restaurar la estructura dental y proteger los dientes de un desgaste adicional. Es fundamental que un especialista haga un estudio personalizado para ofrecer un tratamiento diseñado para adaptarse a cada paciente y sus necesidades concretas.
- Férulas de descarga: Estas férulas, similares a una ortodoncia invisible, protegen los dientes, especialmente en casos de rechinamiento de dientes involuntario. Al colocarse sobre los dientes durante la noche, reducen el desgaste de dientes por fricción y alivian la tensión en los músculos de la mandíbula. También son útiles para muchos casos de disfunción craneomandibular.
- Restauraciones dentales: Incluyen empastes de resina, carillas dentales y coronas, recomendadas cuando el desgaste es avanzado. Estas restauraciones no solo devuelven la apariencia natural de los dientes, sino que también los refuerzan, previniendo futuros daños.
- Selladores dentales: Ideales para las primeras etapas del desgaste, los selladores dentales crean una capa protectora en la superficie de los dientes, especialmente en premolares y molares, evitando el contacto directo con ácidos y superficies duras.
- Rehabilitación oclusal: Un tratamiento que corrige problemas de mordida para equilibrar la presión en los dientes. Involucra ajustes en los dientes y, en algunos casos, el uso de ortodoncia, con el objetivo de evitar que algunos dientes soporten más desgaste que otros.
- Remineralización: Este tratamiento utiliza productos a base de flúor o calcio para reforzar el esmalte dental y reducir la sensibilidad. Es ideal para desgaste inicial, restaurando la dureza del esmalte y ofreciendo una protección no invasiva.
- Terapia con Láser: Una técnica avanzada que reduce la sensibilidad en dientes desgastados y permite remodelar las superficies de los dientes de forma rápida y precisa.
Cada uno de estos tratamientos se adapta a diferentes necesidades según el grado de desgaste. Consultar con un especialista es esencial para evaluar cuál es el más adecuado, garantizando así una protección duradera y una sonrisa saludable.