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¿Cuántas muelas del juicio hay?

    Las muelas del juicio son una de las muelas más dolorosas y que mayores complicaciones generan en tu dentadura, por lo que es habitual preguntarse ¿cuántas muelas del juicio hay y cuándo van a acabar de salir?

    Por esta razón, el día de hoy te contaremos todo lo que debes saber sobre estas piezas dentales, también conocidas como cordales o terceros molares, para qué sepas cómo actuar cuando empiecen a salir.

    ¿Qué son las muelas del juicio?

    Se trata de las últimas muelas en aparecer en tu dentadura, y por lo general lo hacen durante la adolescencia o la edad adulta. Son cuatro muelas en total, de manera que se ubica cada una en la última parte de la encía.

    Son unas de las muelas que mayor tamaño tienen, y en algunos casos, nunca llegan a brotar, mientras que en otras ocasiones penetran la encía y generan un proceso inflamatorio y doloroso en la dentadura.

    Complicaciones relacionadas con las muelas del juicio

    Las posibilidades de las muelas del juicio son múltiples. Es por ello que resulta de gran importancia conocer todas las complicaciones relacionadas con ellas, pues no se comportan de la misma forma en todas las dentaduras.

    Crecimiento normal

    Entre los 17 y los 25 años de edad, las muelas del juicio empiezan a crecer y, en aquellas dentaduras que tienen el espacio suficiente, empiezan a brotar. Para ello, penetran la encía y generan dolor, que generalmente se combate con analgésicos.

    Pueden tomar tiempo en terminar de brotar, por lo que el malestar y el dolor se puede prolongar durante largos períodos de tiempo. En cualquier caso, tras terminar de brotar, existe la posibilidad de que deformen algunos de los dientes ya que, al tratarse de muelas de gran tamaño, ocupan bastante espacio para salir. Por esto es muy habitual tener que extraer las muelas del juicio para evitar que estropeen la dentadura o el trabajo hecho anteriormente con ortodoncia de brackets.

    Muelas del juicio retenidas

    Ya que no todos las dentaduras tienen el mismo tamaño y las mismas características, también existe la posibilidad de que las muelas del juicio se queden retenidas. Esto ocurre cuando en la boca no existe suficiente espacio para que crezcan de forma normal, de manera que crecen dentro de la encía y generar diversos problemas muy dolorosos.

    La solución de las muelas del juicio retenidas suele ser sacarlas mediante cirugía oral o maxilofacial, aunque esto se realiza solamente cuando están ocasionando molestia en los demás dientes, en la encía e, inclusive, dolores de cabeza o migrañas, al ejercer presión en los nervios.

    Daño en la dentadura

    Las muelas del juicio son de gran tamaño y ejercen bastante presión en la dentadura, una vez empiezan a salir. Esto ocasiona daño en los demás dientes, porque se desalinean y empieza a generar una dentadura torcida y estéticamente desagradable.

    Por este motivo, la mayoría de personas que han tenido problemas con el crecimiento de las muelas o los terceros molares, deben someterse a tratamientos de ortodoncia invisible o convencional que permitan llevar todos los dientes a su lugar nuevamente, y proporcionar un diseño de sonrisa recto y agradable.

    Otras complicaciones

    Además, las muelas del juicio suelen causar dolor e incomodidad en las encías, de manera que la persona tiene dificultad para tragar y una sensibilidad anormal ante temperaturas muy elevadas, sin importar si se trata del frío o el calor. Lo cierto es que esta sensibilidad puede ir acompañada de inflamación y sangrado en las encías, por lo que puede ser necesario realizar una periodoncia.

    En otras ocasiones, las muelas del juicio retenidas generan migrañas crónicas, que no cesan con ningún tipo de analgésico o antiinflamatorio. Cuando estas se encuentran completamente desarrolladas y están dentro de las encías, pueden ejercer presión y generar dolor de cabeza intenso, que dificulta la realización de actividades cotidianas.

    Las muelas del juicio son sobras evolutivas

    Lo más interesante del caso es que son, en realidad, sobras evolutivas. En otra época, eran imprescindibles para poder alimentarnos, ya que las carnes eran mucho más duras pues aún no se conocía el fuego como un mecanismo para ablandar los alimentos.

    Sin embargo, con la evolución, se empezaron a cocinar las carnes y, a su vez, el cerebro fue aumentando su tamaño, por lo cual, no quedaba mucho espacio para salir todas las muelas del juicio cuantas hay.

    Es por ello que, en la actualidad, las muelas del juicio ya no son necesarias y muchos dentistas y expertos creemos que, dentro de algunos años, dejarán de manifestarse en nuevas dentaduras, un hecho que muchos odontopediatras ya están notando al inspeccionar las dentaduras de los más pequeños.