La presencia de las muelas del juicio parece ser fruto del azar o la suerte. Hay pacientes que presentan los cuatro molares y otros que, sin embargo, no poseen ninguno. Estas piezas dentales reciben el sobrenombre de “muelas del juicio” porque aparecen a una edad más tardía que el resto de la dentición.
Se trata de los terceros molares y, frecuentemente, su erupción se produce entre los 16 y los 26 años, si bien es cierto que esta edad es solamente orientativa. Si no provocan dolor ni atraviesan la encía, es posible que ni siquiera nos demos cuenta de que están ahí. Solo con un diagnóstico de Rayos X, realizado por un profesional, se pueden visualizar.
A este respecto, hay que señalar que son numerosos los pacientes que padecen dolor o inflamación del tejido gingival al hacer su aparición estas piezas dentales. Las muelas del juicio pueden entrar en conflicto con el segundo molar, debido a falta de espacio o a que su erupción no sea adecuada, provocando molestias que es recomendable tratar en la clínica dental.
Las muelas del juicio, también llamadas “cordales”, son herencia de nuestros antepasados más lejanos. Requerían de una dentición más fuerte y con más piezas para desgarrar y masticar los alimentos crudos que componían su dieta.
Muchos odontólogos auguran que, con el paso de los años, la presencia de cordales en los seres humanos será cada vez menor. La alimentación actual no requiere de tanta fuerza dental. Además, son unas piezas muy susceptibles de padecer caries, ya que la última posición que ocupan en la boca dificulta su limpieza y las mantiene algo escondidas.
El cambio en la fisonomía facial humana es otra de las causas que podría provocar la desaparición de los cordales. Nuestros rasgos, menos robustos que los de nuestros antepasados, no albergan espacio para tantas piezas dentales.
De momento y dado que aún son muchas las personas que sufren molestias cuando se produce la erupción de estas muelas, en CML Odontólogos aconsejamos siempre a nuestros pacientes que acudan a realizarse una revisión dental en nuestro centro de A Coruña si sufren algún tipo de dolor con la aparición de sus cordales. Solo así podremos valorar si es necesario realizar una extracción de estas piezas dentales.