Los malos hábitos dentales, una vida llena de estrés o una mala práctica dental, pueden llevar a las personas a padecer una gran cantidad de alteraciones en la salud bucal. Una de ellas es conocida como la disfunción craneomandibular, y sus síntomas presentan dolor, migrañas, chasquidos de los dientes y mordidas incorrectas, entre otros aspectos más.
¿Qué genera la disfunción craneomandibular?
La disfunción craneomandibular (DCM) es una afección que afecta la articulación temporomandibular (ATM), los músculos de la masticación y otras estructuras asociadas a la mandíbula y la cabeza. No existe una causa única para esta alteración, pues en algunas personas se ha encontrado su origen en enfermedades que generan deterioros en los huesos del cuerpo, tal como la artritis.
Otras personas han desarrollado disfunción craneomandibular debido a enfermedades autoinmunes, por causas genéticas, por infecciones en la zona o por problemas hormonales. Otro alto porcentaje de pacientes son aquellos a los cuales les realizaron algún procedimiento dental, como la colocación de implantes dentales si hay pérdida ósea, que terminó afectando y limitando sus movimientos mandibulares.
Principales causas de la disfunción craneomandibular
Esta disfunción puede originarse por diversas causas, las cuales pueden ser de tipo mecánico, muscular o neurológico. Algunas de las principales causas incluyen:
- Estrés y tensión muscular: El estrés emocional puede llevar a apretar o rechinar los dientes (síntomas de bruxismo), lo que sobrecarga los músculos de la mandíbula y desgasta las articulaciones temporomandibulares.
- Problemas de oclusión dental: Una mordida incorrecta o mal alineada puede ejercer una presión anormal en la mandíbula y en los músculos de la masticación, causando disfunción. Esto es un problema muy común que se soluciona a través de un tratamiento de ortodoncia.
- Traumatismos: Golpes o accidentes que afecten la mandíbula, el cuello o la cabeza pueden provocar alteraciones en la articulación y los músculos circundantes.
- Movimientos repetitivos o posturas incorrectas: Hábitos como masticar solo de un lado, morder objetos, o mantener una mala postura al trabajar o dormir pueden contribuir al desgaste de la ATM y a la tensión muscular.
- Factores anatómicos o estructurales: Algunas personas pueden tener predisposiciones anatómicas, como una mandíbula asimétrica o una articulación más débil, que las hacen más susceptibles a esta disfunción.
- Trastornos degenerativos: Enfermedades como la artritis reumatoide o la osteoartritis pueden afectar la articulación temporomandibular y provocar disfunción craneomandibular.
Síntomas de la disfunción craneomandibular
Cuando una persona padece de disfunción craneomandibular, puede presentar algunos o todos los signos o síntomas que te mencionaremos a continuación:
- Dolor en el cuello y/o los hombros.
- Movimientos limitados de la mandíbula.
- Migraña o dolor de cabeza intenso.
- Dolor de oídos o sensación de presión en los oídos.
Estos síntomas de la disfunción craneomandibular son los más comunes y muy pocas veces se presentan de forma crónica en los pacientes. Sin embargo, hay ciertos síntomas menos habituales, pero que también se pueden presentar con esta afección:
- Una mordida incorrecta.
- Sensibilidad dental.
- Crujidos o sonidos de roce mandibular al momento de abrir o cerrar la boca.
- Bruxismo.
- Rigidez en los movimientos de la mandíbula.
Cabe destacar que estos síntomas pueden ser tratables con medicamentos sencillos y alguna que otra indicación específica para cada caso. Sin embargo, siempre debe ser tratado por un dentista o médico especialista en el área.
¿Cómo se pueden tratar los síntomas de la disfunción craneomandibular?
La gran mayoría de las personas que padecen esta condición no requieren de un tratamiento muy complejo:
- Medicamentos analgésicos que no necesitan de prescripción médica.
- En caso de dolor moderado, algunos medicamentos de venta con prescripción médica.
- Ejercicios suaves y graduales de movimiento (tal como el estiramiento y relajación de la mandíbula).
Sin embargo, no todos corren con esta fortuna, y esta condición puede convertirse en una disfunción compleja de la articulación temporomandibular si no se trata a tiempo. En estos casos, los tratamientos son un poco más complejos y deben ser tratados por varios especialistas a la vez.
Incluso, algunos médicos podrían recomendar realizar tratamientos irreversibles como intervenciones quirúrgicas, ajuste de la mordida limando los dientes, férulas de reposicionamiento dental, y el uso de ortodoncia invisible o con brackets.
¿Existe alguna terapia para mejorar o eliminar las molestias de sufrir disfunción craneomandibular?
No existe una terapia en específico que se les indique a los pacientes con disfunción craneomandibular. Sin embargo, sí existen tratamientos físicos que pueden realizarse para aliviar el dolor, como para mejorar la flexibilidad y la capacidad de movimiento de las articulaciones comprometidas. Siendo algunos de estos tratamientos, los siguientes:
- Masajes en los músculos contracturados.
- Acupuntura.
- Ejercicios de las tablas musculares.
- Para aliviar el dolor articular, algunos especialistas recomiendan aplicar calor al seco sobre el área comprometida.
Es importante que todas estas terapias o medidas físicas se indiquen por un especialista, pues solo él, de acuerdo al grado de complicación, podrá indicar la intensidad de las mismas. En los casos en que el dolor resulte intenso, los masajes y ejercicios los debe realizar el especialista.
¿Son recomendables las férulas dentales?
Las opciones con respecto a los beneficios que puede ocasionar el uso de férulas dentales son muy variadas. Especialmente, porque algunos especialistas consideran que no son tan efectivas para aliviar el dolor y corregir el problema.
Sin embargo, su beneficio varía dependiendo del caso, ya que en algunas personas la disfunción craneomandibular es ocasionada por mal posicionamiento de la dentadura, y allí es en donde se recomienda el uso de férulas de reposicionamiento.
También, existe otro tipo de férulas conocidas como “férulas de relajación” que sí alivian el dolor. Sin embargo, estas no suelen ser efectivas para todos los casos. Debido a la amplia posibilidad de casos que existen, lo único que es recomendable, es asistir a un especialista que evalué a través de exámenes médicos y placas, la situación craneomandibular del paciente.