Lavarse los dientes y el cepillado dental es una tarea muy importante, que deberíamos de hacer de manera diaria, pero muchas veces no lo hacemos correctamente.
Lavarse los dientes es esencial para prevenir enfermedades dentales y mantener una sonrisa saludable.
En este artículo te contaremos todo lo que tienes que saber para cepillarte los dientes correctamente.
¿Con qué frecuencia hay que lavarse los dientes?
Nuestros dentistas lo tienen claro, lavarse los dientes después de cada comida en muy importante, siendo lo mínimo obligatorio, dos veces al día, por la mañana y por la noche, durante al menos dos minutos cada vez.
Es importante asegurarse de lavarse los dientes antes de ir a dormir, ya que durante la noche la producción de saliva disminuye, por ello se reduce su función de autolimpieza y la boca se vuelve más vulnerable a la acumulación de bacterias.
¿Qué cepillo de dientes debería utilizar?
En otros posts ya te hemos recomendado pasarte al cepillo eléctrico, y es cierto que nos parece la mejor opción, pero es posible cepillarse los dientes también con un cepillo manual.
Si vas a optar por el cepillo de toda la vida, es importante elegir un cepillo de dientes que tenga cerdas de dureza media y flexibles, ya que las cerdas duras o fuertes pueden dañar las encías y el esmalte dental.
El tamaño de la cabeza del cepillo de dientes también es importante. Debe ser lo suficientemente pequeño como para poder alcanzar todas las áreas de la boca, incluyendo los dientes posteriores.
Además, te recomendamos cambiar el cepillo de dientes cada tres meses.
¿Qué tipo de pasta de dientes debería utilizar?
Existen muchos tipos de pasta de dientes diferentes. Nosotras no te vamos a hablar de marcas en concreto, pero sí te recomendamos utilizar una que contenga flúor para fortalecer el esmalte dental y prevenir la caries.
No olvides elegir una pasta de dientes que tenga un sabor agradable en la boca, para que te motive a tener un buen hábito.
¿Cómo hay que lavarse los dientes? Guía paso a paso
- Coloca el cepillo de dientes contra los dientes en un ángulo de 45 grados hacia la línea de las encías.
- Mueve el cepillo de dientes con movimientos circulares (delante-atrás-arriba y abajo formando un circulo), en movimientos cortos y suaves, cepillando la superficie exterior e interior de los dientes, así como zonas de morder, hasta la encía, debemos limpiarla también.
- Para cepillar la superficie interior de los dientes frontales, superiores e inferiores, sostén el cepillo de dientes en posición vertical y haz movimientos hacia arriba y hacia abajo con la cabeza del cepillo de dientes.
- No te olvides de cepillar la lengua para eliminar las bacterias que pueden causarte mal aliento.
¿Cómo lavarse los dientes para niños? Diferencias y puntos clave
Los pasos para enseñar a lavarse los dientes a un niño son muy similares a los que ya hemos visto, pero según nuestros odontopediatras hay diferencias que hay que tener en cuenta, lo primero debe ser, convertirlo en una tarea divertida, siempre buscando crear un hábito y técnica correctas, para que el niño aprenda a realizarlo correctamente para el resto de su vida, entonces, tomamos en cuenta lo siguiente:
- Enséñale por qué debemos lavarnos los dientes: Es muy importante que desde pequeñitos, comprendan la importancia de tener unos dientes sanos. Por ejemplo, puedes explicarles, que cada vez que comemos, quedan restos de esa comida en nuestros dientes, esto forma placa dental es una capa de bacterias. Si no eliminamos esas bacterias, nos puede causar enfermedades en las encías o caries. Además, tener unos dientes sanos es importante para morder y masticar alimentos.
- Enséñale a usar la cantidad adecuada de pasta de dientes: Normalmente usamos más pasta de dientes de la que deberíamos, pero cuando son pequeños, debería de usar menos aún. Por ejemplo, para los menores de 3 años sólo se necesita una cantidad del tamaño de un grano de arroz. Para los mayores de 3 años, algo similar al tamaño de un guisante.
- Es importante cepillarse la lengua: Ya que es el lugar de donde viene el mal aliento y se acumulan más bacterias.
- Hay que enjuagarse la boca: Para que no queden resto de pasta de dientes. Con agua es suficiente, aunque ya en mayores de 3 años, se les puede enseñar a utilizar el enjuague bucal, siempre escogiendo uno adecuado para niños.
- En la medida de lo posible, evitar alimentos azucarados y pegajosos: Y si los toman, enséñales que es muy importante lavarse los dientes justo después.
- Evitar morder lápices o bolis: Morder objetos duros, como lápices o bolis, puede dañar los dientes, lo cual también influye a la hora de tener una buena higiene bucal.
¿Cómo lavarse los dientes con brackets? Diferencias y puntos clave
Cuando tienes brackets, hay muchos lugares donde se puede acumular la placa y las bacterias, especialmente alrededor de los soportes y alambre.
Si no te cepillas adecuadamente, esta acumulación puede provocar caries, enfermedad de las encías e incluso manchas en los dientes.
Por lo tanto, cepillarse los dientes con brackets es fundamental para mantener una buena salud bucal y prevenir problemas dentales a largo plazo.
El proceso no es muy diferente al que hemos visto antes, pero te daremos algunos consejos que debes de tener en cuenta:
- Usa un cepillo interdental: Un cepillo interdental es un cepillo pequeño que se utiliza para limpiar entre los dientes y alrededor de tus brackets. Es muy útil para llegar a los sitios donde el cepillo normal no llega y para restos que se acumulan en tus brackets.
- Evita los alimentos duros y pegajosos: Estos alimentos hacen que tus brackets se dañen, se aflojen, o incluso, se rompan. Hablamos de los caramelos, chicles o frutos secos, por ejemplo, ya que quedan atrapados y son difíciles de eliminar.
- Te recomendamos un irrigador dental: Aunque no es imprescindible, es una herramienta muy útil. Funciona mediante la pulverización de agua a alta presión, y te permitirá llegar a lugares donde el cepillo o el hilo dental no llegan.
¿Es necesario el hilo dental?
El hilo o seda dental a día de hoy es algo controvertido, muchos odontólogos te lo recomendarán y otros tantos no, en cualquier caso lo mas importante es saber usarlo correctamente, para en efecto, limpiar bien entre los dientes, pero sin lastimar la encía con el hilo. Esto te lo explicará tu odontólogo de confianza, nunca dudes en preguntarle todas tus dudas.
El hilo dental es una herramienta más para eliminar la placa y los restos de comida que se acumulan entre los dientes y las encías. Si no eres muy fan del hilo dental, como ya hemos explicado, existe el cepillito interdental o el irrigador, para cumplir esta función.
¿Cómo hay que usar el hilo dental?
Utilizar el hilo dental es muy sencillo.
- Corta un trozo de hilo de más o menos 45 cm y envuelva los extremos alrededor de los dedos de cada mano.
- Desliza suavemente el hilo dental entre los dientes y las encías, moviéndolo hacia adelante y hacia atrás.
- Es importante que llegues hasta la línea de las encías y pases el hilo dental alrededor de cada una para eliminar la placa y los restos de comida.
- No hagas demasiada presión o lo muevas el hilo dental con demasiada fuerza, evitar dañar las encías.
- Para retirarlo, nunca volvemos por donde lo hemos introducido, simplemente tiramos de él con nuestros dedos, hasta sacarlo de la boca. De esta forma no estropeamos restauraciones dentales (coronas, empastes, etc) .
¿Qué otros productos son importantes al lavarse los dientes?
Además del cepillo de dientes y el hilo dental, existen otros productos que pueden ayudar a mantener una buena higiene bucal.
- Enjuague bucal: Ayuda a eliminar las bacterias y refrescar el aliento. Recomendamos utilizar un enjuague bucal después del cepillado dental y el uso del hilo dental. Muy importante reccordad que los enjuagues bucales deben ser sin alcohol (suelen poner, alcohol free, 0% alcohol, libre de alcohol, etc)
- Limpiadores o cepillos de lengua: Ayudan a eliminar las bacterias que causan mal aliento.
- Irrigadores bucales: Son dispositivos que utilizan agua a presión para eliminar la placa y los restos de comida entre los dientes y las encías.
4 errores comunes que cometemos al cepillarnos los dientes: Qué NO hacer al lavarse los dientes?
Al cepillarse los dientes, es importante evitar los siguientes errores:
- Cepillarse con demasiada fuerza: Esto puede dañar las encías y el esmalte dental.
- Utilizar un cepillo de dientes viejo: Las cerdas gastadas no limpian adecuadamente los dientes y las encías; y además, maltratan mucho las encías
- No cepillarse la lengua: La lengua también puede acumular bacterias que causan mal aliento.
- No utilizar un método de limpieza interdental: Es muy importante limpiar entre nuestros dientes, el hilo dental, cepillo intrdental o irrigador bucal, son herramientas esenciales para eliminar la placa y los restos de comida, completando así un cepillado dental perfecto, para sorprender a tu dentista en la próxima visita.
¿Qué pasa si no me lavo los dientes? Consecuencias de no lavarse los dientes
- Placa bacteriana: La acumulación de placa bacteriana en los dientes es la primera consecuencia de no lavarse los dientes. La placa es una película pegajosa de bacterias que se adhieren a los dientes y encías. Con el tiempo, puede llevar a la formación de sarro y provocar enfermedades de las encías.
- Caries: La caries dental es una enfermedad dental muy común causada por la placa bacteriana. Si no se elimina la placa a tiempo, puede erosionar el esmalte de los dientes y comienza la formación de cavidades. Si no se trata, las caries pueden empeorar y llegar a la pulpa dental, lo que puede resultar en infecciones y dolor.
- Gingivitis: La gingivitis es una inflamación de las encías que se produce cuando la placa bacteriana se acumula en la línea de las encías. Los síntomas de la gingivitis incluyen enrojecimiento, inflamación y sangrado de las encías. Si no se trata, la gingivitis puede convertirse en una enfermedad periodontal más grave.
- Mal aliento: El mal aliento, también conocido como halitosis, es un síntoma común de la acumulación de placa bacteriana en la boca. Si no se cepillan los dientes con regularidad, las bacterias pueden acumularse en la lengua y en las encías, provocando mal aliento.
- Pérdida de dientes: La acumulación de placa bacteriana y la caries dental pueden llevar a la pérdida de dientes. Si las caries no se tratan a tiempo, pueden causar una infección en el nervio del diente, lo que puede requerir un tratamiento de conducto. Si la infección no se trata, puede llevar a la pérdida del diente.
En definitiva, mantener una buena higiene bucal es esencial para prevenir enfermedades dentales y mantener una sonrisa saludable.
Para cepillarse los dientes correctamente, utiliza un cepillo de dientes medio y una pasta de dientes que contenga flúor, cepíllate los dientes después de cada comida durante al menos dos minutos cada vez, realiza la limpieza interdental al menos una vez al día, y evita los errores comunes que hemos comentado.
Preguntas frecuentes sobre lavarse los dientes
¿Es necesario cepillarse los dientes después de cada comida?
Por supuesto que es necesario, pero todos entendemos que la apurada vida de hoy, muchas veces nos deja el tiempo justo para todo, comidas fuera por trabajo, etc. Como una recomendación o más bien una obligación, debería ser realizar un cepillado correcto y minucioso al menos dos veces al día, por la mañana y por la noche, durante al menos dos minutos cada vez.
¿Cómo puedo prevenir el mal aliento?
Además de cepillarse los dientes y la lengua regularmente, puedes utilizar un enjuague bucal y recuerda beber mucha agua. Tener una buena higiene dental es fundamental, y algo que recalcamos sobre todo a nuestros pacientes de implantes dentales en Coruña para tener una bonita y sana sonrisa.
¿Es necesario utilizar enjuague bucal después de cada cepillado?
No es necesario, pero sí muy recomendable. Te aconsejamos utilizar un enjuague bucal después del cepillado dental y las técnicas de limpieza interdental que hemos comentado.
¿Cómo elijo un cepillo de dientes adecuado?
Si no sabes qué cepillo de dientes manual comprar, recuerda elegir un cepillo de dientes que tenga cerdas de dureza media, flexibles, y un tamaño de cabeza lo suficientemente pequeño para que llegue a toda la superficie del diente.