Las encías sanas y la dentadura resplandeciente son imprescindibles para la buena salud dental y, además, contribuyen a proporcionar una buena impresión de la persona ante la sociedad y las relaciones interpersonales. Estas cualidades son posibles al mantener la higiene bucal adecuada. Por ello, aquí te explicamos cómo hacer una limpieza dental profunda.
¿Por qué cumplir una limpieza dental profunda?
La presencia de encías retraídas, con raíces dentales expuestas, así como las encías que presentan sangrado continuo, inflamación o mal aliento, son detonantes de consecuencias a nivel de la salud bucal, así como del impacto negativo de la imagen personal ante la sociedad.
Como consecuencia, la falta de limpieza de las encías ocasiona enfermedades como la gingivitis y la periodontitis, ocasionada por la presencia de bacterias amontonadas en el interior de las encías.
¿Qué es la periodontitis?
En caso de presentar alguno de los síntomas que hemos mencionado anteriormente es posible que estés sufriendo de periodontitis. Esta enfermedad no causa dolor, sin embargo, causa los siguientes síntomas:
- Sangramiento de encías
- Mal aliento
- Retracción de encías
Asimismo, esta enfermedad bucal causa daños al hueso que está alrededor de las piezas dentales y, a largo plazo, puede desencadenar la pérdida dental.
La buena noticia es que puedes evitar las graves consecuencias causadas por la periodontitis, al acudir a un médico odontólogo con especialidad en encías capaz de diagnosticar a tiempo la enfermedad y de indicar el tratamiento a seguir para combatirla.
En líneas generales, el tratamiento indicado para la periodontitis consiste básicamente en la limpieza de encías, conocida como limpieza profunda.
¿Cómo hacer una limpieza de encías?
Dado que un simple cepillado dental o una limpieza convencional no tienen la garantía de erradicar la presencia de bacterias en la dentadura es necesario realizarse una limpieza dental profunda.
La limpieza de encías se basa en un tratamiento que implica la aplicación de anestesia local para “dormir” la encía y limpiar las bolsas periodontales. Estas bolsas están constituidas por el espacio que está entre la encía y el diente.
Con la limpieza de encías es posible erradicar la acumulación de sarro y las bacterias responsables de desencadenar la periodontitis.
Al aplicar anestesia, el especialista procede a limpiar las bolsas con diversos instrumentos manuales y otros aparatos con tecnología ultrasónica que permiten separar el sarro de la raíz del diente, alisar y limpiar la superficie.
Es importante saber que la limpieza profunda no resulta dolorosa. Por lo general, la limpieza de encías se practica en varias sesiones dependiendo de cómo se haya dividido en trabajo en la cavidad bucal.
¿Qué hacer tras la limpieza de encías?
Al completarse las sesiones de limpieza de encías se recomienda esperar entre 2 y 4 semanas para analizar los resultados y comprobar que la enfermedad ha sido superada.
Solo un bajo porcentaje de pacientes sometidos a la limpieza de encías necesitarán un tratamiento adicional para erradicar la periodontitis. Estos casos corresponden a pacientes que han alojado las bacterias en zonas difíciles donde resulta insuficiente el impacto de la limpieza profunda, por lo que es necesario aplicar tratamientos coadyuvantes.
Es importante que, como paciente sepas que además de la limpieza profunda debes aplicar técnicas especiales de cepillado que eviten la acumulación de bacterias en el interior de la encía. Por el contrario, se corre el riesgo de enfrentar la reaparición de la enfermedad al poco tiempo de recibir el tratamiento.
Tipos de limpiezas dentales
En términos es posible clasificar los cuatro tipos de limpiezas dentales que se mencionan a continuación:
- Limpieza dental sencilla: se concentra en remover el cálculo ubicado sobre la línea de las encías, la placa dental y en tratar las manchas que aparecen sobre las piezas dentales.
- Limpieza semi-profunda: también conocida como gross debridment debe practicarse cuando el paciente no se ha realizado una limpieza dental en mucho tiempo.
- Limpieza dental profunda: este tipo de limpieza se indica en pacientes con periodontitis activa. Es decir, perdida del hueso que rodea al diente, inflamación, bolsas periodontales, halitosis e incluso sangrado en las encías.
- Limpieza dental de mantenimiento: está indicada cada 3 o 4 meses en pacientes que se han sometido a limpiezas profundas.
En todo caso, es el odontólogo quien determina qué tipo de limpieza debe realizársele al paciente en función del diagnóstico tras realizar el examen bucal completo con radiografías y la respectiva valoración de los tejidos periodontales.